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Una de las barreras mentales que paralizan la puesta en marcha de un proyecto de madre de día es lo que opina tu pareja de abrir las puertas de vuestro hogar
Un documento de aceptación (y una aceptación real) son necesarias para que el proyecto sea una realidad
Un niño llora, grita, mancha, patalea, a veces rompe cosas e incluso se hace caca (que puede oler muy mal). No te descubro América, ¿verdad?
Con esto te quiero decir, que si decides ser madre de día tienes que serlo con todas sus consecuencias. Sigo sin descubrirte América, lo sé.
Hay personas que acuden a mí para contarme todas las barreras mentales que le paralizan a abrir un proyecto de madre de día. Y siempre hay una que es común a todas ellas: su pareja, con quien conviven.
Y la duda estrella es:
«¿Cuánta privacidad se puede llegar a perder al abrir las puertas de tu casa a la gente?»
Obviamente siempre soy sincera:
«No eres una tienda ni un escaparate. Y no va a estar pasando gente a diario a tu casa, pero está claro que si abres tu hogar, lo abres con todas las consecuencias. Y tendrás que aceptar las semanas de adaptación, en las que un familiar del pequeño/a entrará en tu hogar a acompañarlo. Y tendrás que aceptar que habrá familias que se interesarán por una plaza y tendrás que abrirles las puertas para mostrarles tu casa y tu proyecto. Aunque al final decidan no quedarse».
«Sin olvidar, por supuesto, que habrá niños cada día pululando por tu casa. Y llorarán. A veces romperán cosas. Tendrán rabietas. Gritarán. Y harán caca que, seguramente, olerá mal. ¿Todo esto va a molestar a tu pareja o va a ser motivo de discusión con ella? Si la respuesta es sí, y tu valoras por encima de todo tu relación, mi consejo es que no sigas adelante con tu idea de abrir tu hogar. Pues tarde o temprano os estallará».
Un documento de aceptación es necesario
La aceptación del proyecto por parte de tu pareja, si convives con él o ella en el hogar donde vas a abrir tu proyecto de madre de día, es básica. Sobre todo porque va a tener que firmar documentos en los que consta por escrito que está de acuerdo con el servicio que vas a ofrecer.
Abrir tu hogar a la infancia es un acto muy generoso. Créeme. Y un proyecto maravilloso del que hay que ser muy consciente. Porque al igual que hay cosas preciosas (y para mí esta profesión las tiene todas), hay otras inevitables que forman parte del día a día y aquí, compañera, tienes que remar en el mismo barco que tu pareja.
P.D: He cerrado mi casita por vacaciones escolares hasta el 11 de enero (una de las grandes ventajas). Pero sigo con mi web abierta las 24 horas. Así que si necesitas contarme algo o si sigue habiendo cosas que te paralizan a abrir tu proyecto, no dudes en preguntarme.
Y si estás decidida a abrir tu proyecto, estas vacaciones de Navidad son un momento maravilloso para aprovechar el tiempo. Te dejo aquí información sobre el curso online que ofrezco y en el que te acompaño en tu recorrido.
¡Te deseo una Feliz Navidad!
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