Las madres de día abrimos las puertas de nuestro hogar a la atención y el cuidado de la primera infancia y, por tanto, tenemos que ser conscientes de que somos un lugar abierto al público, en este caso a las familias, por muy pequeños que sean nuestros proyectos.
Una vez hecha la entrevista, la familia nos elige, pero nosotras también tenemos que elegir a la familia.
En este post encontrarás
Recibir a familias en nuestro hogar
Las entrevistas de las madres de día son un mundo. Y quienes nos dedicamos a esta profesión lo sabemos. Desde que nos anunciamos como madres de día, ya sea en las páginas web de diferentes asociaciones, en nuestra propia página web o en portales de proyectos respetuosos, estamos expuestas a llamadas y correos de familias interesadas en nuestro servicio para sus niños y niñas. Forma parte de nuestro trabajo, el recibir a las familias en nuestro hogar, mostrarles nuestro espacio y nuestro proyecto y tratar de convencerlas de que efectivamente somos la mejor opción para cuidar a su bebé en las horas del día en las que ellas no estén.
Si tengo plazas disponibles en el nido y una familia me contacta por primera vez demandando más información, suelo enviarle un correo electrónico que ya tengo redactado previamente, en el que le hablo de mis condiciones y expongo por adelantado los puntos más espinosos (horario, calendario, tarifa…). De esta forma, me aseguro de que, si aun así, quiere venir a conocerme, es porque realmente está interesada y le cuadra mi opción.
¿Qué es lo que les cuento antes de la visita?
- Primero, de forma muy resumida, quién soy yo, mi trayectoria, mi experiencia con niños y el porqué de mi proyecto educativo.
- Segundo, mis condiciones: horarios, precios, calendario escolar y vacaciones.
- Tercero, si hay algo reseñable que pienso que, por lo que sea, a esa familia va a echarle atrás: ¿ejemplos? un animal en casa, un bebé propio en el proyecto, tu pareja teletrabajando…
Si todo lo anterior les cuadra, les invito a conocerme en mi hogar. Si algo no les cuadra, les emplazo a buscar otras opciones pues, como digo, a mí me gusta que las familias que recibo en mi hogar estén previamente informadas.
Por eso, este primer email tipo lo considero absolutamente básico para tener disponible, siempre que me contactan por primera vez.
Elijo un momento con luz natural en el nido
Una vez que he concertado la visita con la familia, y dado que normalmente tengo que recibirla durante la tarde, ya que por la mañana trabajo en mi nido, lo que yo hago siempre es encontrar un momento del día en el que haya luz natural, a ser posible como si fuera una jornada tipo en la iniciativa.
Por eso, no me importa dejar las entrevistas, por ejemplo, para un sábado por la mañana. Alguna vez lo he hecho. Por supuesto si prefieres que no te trastoque los planes del fin de semana, la otra opción es concertarlas entre semana a primera hora de la tarde, cuando el espacio aún alberga luz natural con la que poder mostrar de forma más fidedigna los diferentes espacios donde transcurrirá en gran parte el día a día.
Dejo el ambiente preparado como si fueran a entrar los niños/as en ese momento
Cuando les recibo, me gusta mostrar el hogar con el ambiente preparado como si en ese momento fuesen a entrar los peques. Así, si tienes costumbre, como yo, de apilar los colchoncitos en un armario o de plegar la mesita donde comen, el día de la entrevista te recomiendo que lo muestres tal cual, para que se hagan una idea de cómo será el día a día. Incluso yo acostumbro también a preparar el espacio de juego con un pequeño cesto de los tesoros o con una provocación simulada como si los niños/as fuesen a explorar y manipular en ese instante.
Y, ¿cómo es mejor recibir a la familia? ¿estando sola en casa o acompañada? Yo tengo hijas y he hecho entrevistas con familias tanto estando sola como acompañada y, la verdad, no sabría decir. A las dos formas encuentro sus ventajas. Si estoy sola, quizás esté más concentrada en la entrevista. Pero si estoy con mis hijas, ellas me ayudan a hacerla más natural y llevadera. Y, ¿sabéis? Creo que a las familias también les da confianza el conocer a nuestros hijos e hijas y, desde luego ellas ayudan con sus bebés, que generalmente sí vienen a la entrevista.
Desde el Covid-19, con cautela y atendiendo al protocolo
En ocasiones, las familias se ofrecen a quitarse los zapatos en la entrada y ahora sí es un gesto necesario para preservar limpio el espacio de gateo. Todo debe estar limpio y ordenado (como cualquier día normal) y bien ventilado con las ventanas abiertas si la climatología lo permite.
Una vez visitan las diferentes estancias abiertas a los niños (no hay por qué enseñar los espacios que no se van a utilizar en el día a día), nos sentamos en el salón, y les ofrezco un té o un café. En ese momento les cuento sobre las madres de día y sobre mi proyecto educativo y respondo a sus inquietudes acerca de nuestra figura, pues siempre hay una serie de preguntas que se repiten en casi todas las entrevistas.
Y es que no todas las familias que nos visitan saben muy bien lo que hacemos ni a qué nos dedicamos. Sigue existiendo un profundo desconocimiento sobre las madres de día, por lo que tenemos que seguir con esa labor de pico y pala contando y difundiendo siempre que tengamos oportunidad, tanto a pequeña como a gran escala.
La conexión ha de ser recíproca
Antes de elegirnos mutuamente como madre de día-familia, solo dos consejos importantes.
- Dejar claro verbalmente a la familia cuál es la situación legal de las madres de día, según la comunidad en la que nos encontremos.
- Dejar claro el plan B en caso de enfermedad de la madre de día.
Y, por supuesto, si finalmente cuaja el tándem, todo esto incluirlo por escrito y firmado en el acuerdo de prestación de servicios, que será firmado antes de comenzar la andadura.
Una vez se despiden, la decisión por ambas partes tarda en llegar unos días, aunque muchas veces la familia se muestra convencida de que eres su opción en cuanto salen por la puerta de casa. Si tú no has conectado con ellos como ellos contigo, date un tiempo, reflexiona y contacta con ellos más adelante para darles tu respuesta.
Y, por supuesto, sé sincera si es que finalmente decides que prefieres no acogerles en el proyecto.
Como madre de día, ¿qué más puedes contarme sobre las entrevistas que haces con las familias? ¿alguna vez te han hecho una pregunta surrealista? ¡Me encantará leerte! ¿Sabes? Con la experiencia de todas y cada una de nosotras podemos ser útiles al colectivo.
¡Ah! Y si te apetece, puedes leer mi post los 4 TIPOS DE FAMILIA QUE BUSCAN UNA MADRE DE DÍA
¡Gracias!
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