Las madres de día abren su periodo de matriculación

Aunque a lo largo del curso se suceden las llamadas, es a partir de finales de febrero y durante el mes de marzo cuando oficialmente se abre el plazo de matriculación de cara al curso siguiente

Siempre damos prioridad a los niños/as ya matriculados antes de abrir vacantes

Aunque las madres de día estamos abiertas a recibir llamadas de familias a lo largo de todo el curso y, por tanto, las matrículas se pueden dar en cualquier momento dependiendo de si tenemos o no disponibilidad de plaza, se puede decir que desde mediados de febrero hasta finales de mayo, la mayoría abre el plazo de matriculación oficial para el curso que comienza en septiembre.

Cada madre de día procede de diferente manera, pero yo te explicaré cómo lo hago yo. Primero miro las edades de los niños y niñas que actualmente están conmigo en el nido. Y si aún están en periodo de continuidad durante un curso más, simplemente le pregunto a mis familias que me confirmen que sus hijos seguirán conmigo el curso siguiente.

Lo normal es que, salvo mudanza, pérdida de empleo o causa de fuerza mayor, me digan que sí. Siempre he dicho que la mayoría de niños que comienzan con nosotras, tienen continuidad durante los años siguientes hasta que entran en el cole. Y seguramente también lo harán en un futuro sus hermanitos, por lo que debemos siempre priorizar a las familias que ya tenemos con nosotras.

La matrícula se paga todos los años

Una vez que me dicen que sí, les doy un plazo para formalizar la matrícula del curso siguiente que, tal y como establezco en mi contrato, se ha de abonar cada año, independientemente de que el niño ya esté con nosotros. En mi caso concreto, a las familias que tengo de otros años, les hago una pequeña rebaja. En este caso, si el precio que establezco es normalmente 450, a las familias actuales se la dejo en 350 euros.

En ocasiones sucede que, de los niños que tengo, hay uno que sé a ciencia cierta que el siguiente curso no seguirá conmigo porque irá al cole. En ese caso, ofrezco la plaza a la primera familia que me llame (y con la que, por supuesto, conecte), incluso aunque sea antes del periodo oficial de matriculación. Dicho de otra forma, si durante el curso actual me llama una familia para el curso siguiente, y ya sé que voy a contar con ese hueco, formalizo la matrícula en cualquier momento del curso. Por ejemplo, este año yo ya cerré el pasado diciembre todas las plazas del próximo curso.

En marzo colgamos el cartel si disponemos de plazas

Otras veces pasa que llegamos a marzo sabiendo que el curso siguiente aún no tenemos niños suficientes para completar nuestro nido. Por ejemplo, si todos los que tenemos actualmente están en la edad 2-3 y lo previsible es que entren al cole en septiembre. Una vez la familia nos confirma ese extremo, es más o menos por estas fechas cuando solemos colgar nuestro cartel de “disponibilidad de plazas” en nuestra web, redes sociales y otros medios de difusión que solamos emplear. Por tanto, comienza oficialmente nuestro periodo de matriculación.

Muchas compañeras se animan a hacer incluso una jornada de puertas abiertas para informar a todas las familias interesadas a la vez y, de paso, dar a conocer más acerca de la figura de la madre de día.

Mayor movimiento de familias

En esta época el movimiento de familias es mayor, puesto que también es el periodo en el que suelen comenzar las matrículas en las escuelas infantiles, por lo que lo normal es que, si no han sido previsoras antes, sea justo el momento en el que más llamadas recibiremos.

Aunque no es lo normal, muchas veces recibimos familias que no han conseguido plazas en escuela y, sin conocer mucho sobre nuestra opción, se abren a escucharnos. Y ahí tenemos una oportunidad magnífica para convencerlas de que no se equivocan. ¿Cómo? Hablándoles de nuestras infinitas ventajas.

Si estamos completas, derivamos familias a compañeras

Una vez estemos completas de cara al curso siguiente, atenderemos amablemente a las familias que nos sigan llamando y trataremos de derivarlas a compañeras que tengamos cerca y sepamos que disponen de plaza. Por eso es tan importante estar conectadas entre nosotras, porque siempre surgirán más oportunidades que yendo por libre.

En definitiva, que abriendo tan poquitas plazas, siempre he dicho que es fácil que las llenemos enseguida y garanticemos la continuidad del curso siguiente con mucha antelación y sin agobios de última hora.

La demanda de familias sigue creciendo

La demanda de familias en búsqueda de una madre de día es una realidad que llevo constatando desde el último año y sobre todo a raíz del comienzo de la pandemia.

Las familias quieren espacios más pequeños y entornos más hogareños para el cuidado de sus bebés, sobre todo de cara a limitar al máximo el riesgo de contagio de virus, en una época en la que debemos extremar las medidas de higiene.

Está claro que las ratios de las madres de día, es decir 3 ó 4 niños/as máximo por educadora, nos permiten ofrecer una mayor seguridad y por eso no es de extrañar que cada vez más familias se interesen por nuestros proyectos.

Un buen momento para emprender un proyecto propio

Si te dedicas al ámbito de la educación y quieres abrir las puertas de tu hogar al cuidado de la primera infancia siendo madre de día, te diré que ahora es un momento idóneo para hacerlo, puesto que estoy segura de que el boca a boca que nos impulsa seguirá haciendo su trabajo y que, a medida que seamos más conocidas en la sociedad, nos convertiremos en una opción real para las familias.

Así que si necesitas más información, te invito a que accedas a mi curso online, recomendado por la Asociación de Madres de Día de Madrid (Amadima), o directamente a que me escribas a info@comosermadrededia.com para que yo pueda orientarte. Créeme que estaré encantada de hacerlo.

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