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Las madres de día ofrecemos una atención individualizada de calidad en nuestro propio hogar
Como máximo tenemos a 3 ó 4 niños/as por lo que es una ratio que nos permite un mejor control de virus
En los tiempos de pandemia de coronavirus que estamos viviendo son muchas las familias que se están planteando nuevas opciones para dejar a sus bebés cuando deban incorporarse al trabajo.
Sin duda, una de las que está irrumpiendo con más fuerza, es la de llevar al bebé al cuidado de una madre de día, pues la atención es muchísimo más individualizada al tener un máximo de 4 niños/as en su espacio.
Pero, ¿cuáles son las ventajas de llevar a un bebé a una madre de día? ¿Qué beneficios le aporta?
Vínculo afectivo
Durante los 3 primeros años de vida, un niño/a lo único que necesita es el amor de su madre. Lamentablemente en los tiempos en los que vivimos son pocas las mujeres que tienen la posibilidad de poder arroparlos personalmente y casi siempre deben dejarlos en manos de terceras personas para poder incorporarse al trabajo. Pues bien. Una madre de día será una nueva figura de referencia para el niño/a, con la que establecerá un importante vínculo afectivo. Estar en un hogar con otra mamá, aunque no sea la suya, será lo más parecido a estar en su propio hogar con su madre. Por tanto, ese vínculo afectivo le proporcionará calor, seguridad y autoestima.
Atención de calidad
Una ratio bajita de 3 ó 4 niños/as, que es lo máximo que podemos acoger las madres de día, nos permite poderles atender a todos y cada uno de ellos con una gran calidad, respetando su ritmo individual y priorizando sus necesidades básicas de siesta, aseo, comida y juego libre en cada momento.
Porque no todos los bebés tienen por qué dormir a la misma hora. Ni tampoco tienen por qué comer a la misma hora. Ni todos los bebés tienen las mismas necesidades en cada momento del día. Su desarrollo evolutivo tampoco es igual. No todos se adaptan a la vez ni dejan el pañal al cumplir los 2 años. Una madre de día siempre está ahí para todos y cada uno de ellos y eso solo nos lo permite el tener tan poquitos niños/as en el hogar.
Un hogar
El niño permanece en un hogar. Un espacio seguro, cálido y acogedor. Un lugar con el que ya está familiarizado porque es el que ha conocido hasta ahora. Por eso es importante que un hogar parezca un hogar. No es necesario cargarlo de juguetes para que parezca una guardería. Tiene que parecer, de hecho, todo lo contrario. Pocos juguetes y muy bien seleccionados. Un espacio seguro donde todos los muebles a los que tenga acceso estén a su altura y estén protegidos con medidas de seguridad.
En definitiva, un espacio recogido donde además sea más fácil controlar también las medidas de higiene.
Control de virus
Controlar virus como el Covid19 es más fácil en un entorno que permite una ratio bajita. Y las madres de día estamos ahora mismo incluso por debajo de los límites recomendados por la Asociación Española de Pediatría mientras dure la pandemia que estamos viviendo.
Por razones obvias, es más fácil extremar la higiene y el lavado de manos de los niños/as, limitar el número de juguetes y limpiarlos con frecuencia, y sobre todo estar alerta ante cualquier síntoma que el niño/a pueda presentar para tomar medidas de precaución y proteger al resto lo antes posible.
Esta es una de las razones por las que ha crecido nuestra demanda en los últimos meses y son cada vez más las familias que tienen intención de llevar a sus bebés a una madre de día.
Formación continua
La madre de día no es una mera cuidadora para el niño/a. Es una profesional de la educación (Educación Infantil, Magisterio, Psicología o Pedagogía) formada además generalmente en pedagogías respetuosas, con una gran vocación por la atención a la primera infancia, que ofrece un proyecto pedagógico y educativo integral. Una madre de día va a entender perfectamente lo que el niño/a necesita en cada momento y cómo atenderlo con la calidad individual que merece. Además, es una profesional que está en continuo reciclaje y formación. No solo en pedagogías nuevas y activas, sino en primeros auxilios, algo fundamental para disminuir las situaciones de riesgo en el hogar.
Opción flexible
Por lo general, una madre de día permite una opción más flexible a las familias. Aunque el horario no sobrepasa en ningún caso las ocho horas diarias de jornada laboral, lo cierto es que cada cual distribuye el horario en su nido como considera, y las familias tienen la posibilidad de, dentro de ese horario, adaptarse a sus necesidades. Obviamente esto es algo que queda firmado en el contrato con antelación.
El periodo de adaptación, o periodo de vinculación como le denominamos las madres de día, se hace a ritmo más pausado. Las familias cuentan con más tiempo para poder realizarlo adecuadamente siempre y encaminado a ofrecer a su hijo/a la mejor de las opciones.
Precio similar a otras opciones
Pese a ofrecer una atención de calidad individual tan buena, la opción de madre de día no sale ni mucho menos más cara que cualquier otra opción. De hecho, la horquilla en que nos movemos la mayoría, dependiendo del barrio, ciudad e incluso comunidad autónoma, es entre los 400 y 550 euros por plaza, con el almuerzo de media mañana y el menú casero diario incluido. Un precio muy razonable si tenemos en cuenta toda la calidad de atención individual que ofrecemos en un momento de vital importancia como son los tres primeros años en la vida de un niño/a.
Salida diaria al exterior
El bebé que acude a una iniciativa de madre de día tiene la gran ventaja de poder salir a diario al exterior. Independientemente del tiempo que haga. Si llueve, bien pertrechado con mono de agua, chubasquero y botas, también podrá salir. El contacto con el exterior y la necesidad de respirar aire de la calle es algo de vital importancia en un proyecto de madre de día. Por eso, uno de los requisitos indispensables para acoger una iniciativa es precisamente que haya un parque cerca de la casa.
Alimentación sana
El tema de la alimentación es algo que nos tomamos muy en serio las madres de día. Por eso, cocinamos para ellos/as un menú casero diario, teniendo en cuenta todo el aporte de nutrientes que necesitan en el periodo en el que se encuentran. Nuestros menús, sanos y a menudo con ingredientes ecológicos, son revisados por normativa por una nutricionista, que es quien garantiza que el niño/a recibe el aporte calórico que demanda según el momento evolutivo en el que esté.
Aprendizaje como hermanos/as
Los niños/as de nuestros nidos aprenden unos de otros, ya que, por lo general, tienen diferentes edades desde los 0 a los 3 y están mezclados entre ellos/as. Se puede decir que juegan como hermanos/as de día y eso es muy importante, porque al tiempo que se relacionan entre ellos/as, sus familias hacen lo propio, algo que favorece un clima de los más propicio para el desarrollo del vínculo afectivo.
En definitiva, todo son ventajas con una madre de día. Por eso no es de extrañar que sea una figura que cada vez esté más demandada socialmente.
Pese a ello, aún somos muy poquitas en España y necesitamos ser más. Los tiempos de incertidumbre laboral también han favorecido que sean cada vez más las mujeres (y también los hombres) que con una titulación educativa de base, se estén interesando por abrir un nido de madre de día.
Por este motivo, yo ofrezco toda mi experiencia al servicio de quien quiera formar parte de una nueva profesión y he creado un curso online basado en mi experiencia propia abriendo un nido. El curso, por cierto, está recomendado por la Asociación de Madres de Día de Madrid.
Es un gran momento que hemos de aprovechar para estar reconocidas por las instituciones y que cada vez se nos tenga mucho más en cuenta por parte de las familias. Hay que crecer, sí. Pero sin olvidar que ofrecemos un servicio de calidad y así deberá ser siempre.
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